martes, 15 de diciembre de 2009

FOGATA



No bastan
Los alambres hirientes
Ni las ramas
De todos los árboles
Ni la distancia marcada por los techos
De miles y miles de casas.
Tampoco alcanzan
Las palabras negadas
Ni los puños cerrados
Ni las miradas esquivas
Ni los silencios electrónicos
para impedir que avances
con tu fuego
Y me inundes
Y me vuelvas chocolate
Y me eleves en fogata.


Imagen y palabras: Marta García Névez
Noviembre de 2009.

domingo, 25 de octubre de 2009

Enfrentadas








ENFRENTADAS





Dos manos enfrentadas entre si,
palma contra palma,
pueden ser tantas cosas...
la cárcel de una luciérnaga,
las hojas de un libro
deteniendo el tiempo de una rosa,
un ánfora conteniendo ternura,
la cuna de un trozo de arcilla en proceso de creación,
el escondite secreto de una palabra,
un ruego silencioso…
una oración elevada a Dios,
el principio y fin o viceversa
de la energía que nos sustenta...

Pero,
un pie enfrentado con su sombra
planta contra planta,
emergiendo de la cruda desnudez de los contrastes
como dos columnas dóricas unidas por sus ábacos,
son una invitación al recorrido ascendente por su fuste,
barrera entre un antes y un después,
sostén de sueños en futuro,
columna vertebral de un entorno en contínuo devenir
y sobretodo, punta de flecha
lanzada hacia el espacio,
avanzando decidida hacia quien sabe dónde.

Marta García Névez
9/10/2009
Imagen 1: “La Catedral” de Auguste Rodin – mármol – 1910
Imagen 2: Fotografía de Marta García Névez (Serie “El Baile”)




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GRACIAS por visitarme

Río escapado


Río escapado de su cauce
erguido en barranca alada
ávida de contener
tanto fuego,
tanta braza,
en los que yacen fundidas
historias milenarias.

Marta García Névez
6/10/2009 (23:15)

Pintura de la Serie "Paisajes de la Mente"
(Imagen escaneada de un catálogo ya que la obra
original no la recuperé jamás. Desapareció en una
muestra itinerante por Entre Ríos)


martes, 20 de octubre de 2009

Atardecer


Silencio...
Giros imperceptibles…
El paisaje adentrándose en ella.
La recorre...
aspira su aroma...
bebe su savia.
Ella,
piel mudada en caricia-follaje,
se deja estremecer
por la alquimia de su esencia
......................................
Completa la simbiosis,
fugará encendido
por su cabellera.

Marta García Névez
7/10/2009 (01:21 am)
Imagen: Marta García Névez (fotografía de un atardecer en Santa Fe)






sábado, 22 de agosto de 2009

Pinturas y Esculturas en Cerrito, Entre Ríos - agosto/2009

Muestra en Cerrito (para ver las fotos haga click sobre esta imagen)

Mi agradecimiento a todos los que hicieron posible esta muestra y felicitaciones para la gente de Cerrito (Museo y Municipio) por lo impecable de la organización, por sus ideas respecto al Museo y el apoyo a la cultura. Les deseo éxito en sus iniciativas

martes, 14 de julio de 2009

Lenguas marinas


dejarse llevar...
sentirse flotar
mientras lenguas marinas te sostienen...
te contienen
te trasladan
modifican realidades y
dan rienda suelta al deseo de
volverse papel para empaparse de ellas.

Marta García Nevez
11 de julio de 2009 (03:03 am)
Imagen: Marta García Névez - "Lenguas marinas" - 2009 (monocopia)


martes, 26 de mayo de 2009

Ni mil diluvios


Ni mil diluvios pueden borrar el mapa que grabó el amor en nuestra piel
Ni mil besos de otros labios pueden desdibujar las huellas del beso amado
Ni mil palabras de despedida significan un adiós
Ni todos los disfraces que escojamos
Ni todas las caricias dibujando otros cuerpos
Ni todos los caminos recorridos en busca de otro amor
pueden siquiera disgregarlo.
Sólo uno se imprime a fuego
queda atrapado para siempre en las entrañas
no renuncia a la magia
aunque tema soñar.

Marta García Névez

Imagen: publicada anteriormente en www.ningo.com.ar

sábado, 23 de mayo de 2009

Ritual de noche de lluvia


Un olor a tierra humedecida se cuela por mi ventana mientras un sonido seco delata el estrellarse de cada gota en este mundo de cemento. De mi bolsillo asoman seis palabras. Las necesarias para recordar.
El ritual se repite: mi mirada buscándote. Tu mano en mi cintura. Luz y sombras jugando a escondidas con un rayo. Estremecimiento de nuestros cuerpos y unos pies, los tuyos y los míos, a la par, avanzando como remos en un río improvisado. Guardo en mi bolsillo la frase que dijiste. No vaya a ser que el agua la disuelva.
……………………
Un olor a tierra humedecida se cuela por mi ventana…
El ritual se repite.

Marta García Névez
Abril de 2009
Imagen: “La danza de la lluvia” por Kangrex

jueves, 21 de mayo de 2009

Bienvenidos!


Impulsada por dos amigos queridos inicié hace dos meses la construcción de este espacio. Confieso que estuve a punto de desistir. Fueron varias las razones, algunas técnicas: ufa! tener que sentarme para investigar cómo es esto que me ofrece la tecnología, cómo lo compatibilizo con la expresión artística, qué imagen, qué texto publico y sobretodo, cómo vencer el terrible temor de mostrarme. Porque eso es lo que ocurre con la creación de un blog. Te sentís como la protagonista de “50 o el Canto de las Sirenas”, dejas caer una a una las ropas de las que estás hecha hasta descubrirte vos y lo más difícil: hacerlo frente a otros, amigos, conocidos, desconocidos.
Hasta ayer sólo dos o tres personas accedían a mi blog. Hoy decidí no quedarme inmóvil al costado del camino –gracias Benedetti - Por eso los invito a que visiten mi espacio. Espero que les guste. Pueden enviar comentarios a través del blog o bien a la dirección
martagnevez@gmail.com
El espacio tiene habilitado un moderador de comentarios.
¡Bienvenido sea este mundo virtual! Y Bienvenida/o vos que estás leyendo esto!.

¡Muchas gracias a quienes me han estimulado para que me exprese a traves de la expresión escrita y plástica y a los que me ayudaron a comenzar el recorrido por este ciberespacio!

Marta García Névez
20 de mayo de 2009

miércoles, 20 de mayo de 2009


No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

Un simple cuaderno con tapa muy sugestiva, estrella de mar, corales, caracoles, testimonios de vidas que el mar encubre con caricias hechas a la orilla. Para mí : mágico cuaderno en el que transcribí en su primer hoja como bienvenida o quizá advertencia al lector, la poesía “No te salves” de Mario Benedetti, mi padrino imaginario en lo que hace muchos años atrás soñaba sería mi Diario de Poesías. No se si lo que volqué en sus páginas podría llamarse poesía, pero sí puedo asegurar que el “No te salves” de Benedetti fue por muchos años mi impulso, mi estímulo, mi ejemplo. Hasta me atrevería a decir que tuvo mucho que ver con algunas de las decisiones que tomé en mi vida.
Al igual que en aquel Diario, hoy me atreví a publicarla en este humilde espacio. Tal vez para seguir teniendo presente su mensaje o quizá porque es el día de su segundo nacimiento. Sí. Los poetas son unos privilegiados, nacen dos veces. La primera para transitar este mundo terreno con la misión de buscar y reunir las palabras que transmutan luego en sensaciones, en sentimientos. La segunda, para quedarse para siempre, acurrucados, escondidos en cada poesía que escribieron, en cada uno de sus versos, para vibrar ante el insuflo de cada lector.
Marta García Névez
18 de mayo de 2009.
Imagen: Marta García Névez “Mar y Río y él” Serigrafía

50 o El canto de las sirenas



Allí estaba frente a él. Como tantas otras veces... sin aventurarse a traspasar la línea de horizonte que marcaban sus ojos. Tal vez por temor a lo que le devolvieran. O por haber sido víctima de su propia censura durante tantos años, al punto de olvidar su existencia. Además, sabía que atravesado ese límite, se le vendrían como a borbotones los recuerdos y con ellos, la inevitable y cruel comparación con el presente.Era como emprender un viaje sin retorno.Indecisa, se mantuvo inmóvil en aquella postura un buen rato. Después, una a una, muy lentamente, sus ropas se volvieron caricia deslizándose por su cuerpo.. hasta caer...El pulso se aceleró.La mirada continuaba atrapada en aquella línea imaginaria. Las caricias, desvistìendo su cuerpo. Sus latidos la ensordecían. Sólo quedaba sobre sus hombros aquel chal translucido con flecos de seda que había comprado alguna vez para lucir en esa "ocasión especial"... que aún esperaba.Cerró los ojos, suspiró ... Atropelladamente escapó de sus labios un sordo grito de libertad al tiempo que elevaba los brazos al cielo como agradeciendo. Sus pechos, libres al viento. Sintió como olas de mar la brisa fresca que chocaba contra su cuerpo encendido.Cual Ulises ante el canto de las sirenas, abrió los ojos desafiantes. Con lentitud recorrió la imagen que tenía frente a sí. El tiempo había dejado su huella en ese cuerpo de más de 50 años. Costaba asumirlo. "odio este espejo!" - se dijo. Entonces prefirió dejarse seducir por los recuerdos. Como emanados de aquellas criaturas mitológicas, fueron envolviéndola, seduciéndola... Creyó en sus alabanzas, se sintió joven, vital, hermosa aún sabiendo que no lo era. Se miró nuevamente en el espejo. Acarició su piel ajada como reconociéndose, mientras la melodía y los cantos de las hijas de Aquelao se escondían en cada surco marcado en ella, para recordarle siempre que antetodo era Mujer.

Marta García Névez
Domingo 12 de abril de 2009 (04:34 a.m.)

Imagen: Marta García Névez "Libertad" - técnica mixta- 2006

viernes, 15 de mayo de 2009

Soles inventados



Como planos paralelos se suceden, uno al lado del otro: el afuera, el adentro y entre ellos el gran ventanal de vidrios empañados pizarra para la imaginación de los siete años de Martina.
Sol-Huella de dedo pequeño dibujado en el vidrio que descubre el afuera frío, plomizo, con árboles que se sacuden como tratando de alcanzar a las personas que van y vienen casi corriendo.
Sol-huella, escapado del plano transparente para expandirse en el interior atravesando objetos y personas, hasta perderse en el gris de las paredes. Extendidos sus rayos, confundidos con los de la rueda de la máquina de coser, giran marcando con sonido monótono el pulso de la existencia de ese instante en aquella habitación.
Ya no alcanza el plano de la pizarra. No más límites! No es suficiente el sol huído de su mano! Su índice recorre un trayecto imaginario, pero esta vez, en ese espacio inundado de soles inventados. Sigue el hilo invisible que los une y que devela la historia de tres mujeres muy queridas por ella.
El sonido acompasado continúa, mientras en los ojos de las tres mujeres brilla el oro de soles evocados. Sonido constante que no cesa como queriendo ser protagonista, pero es momento de escuchar hacia adentro los sueños silenciosos que guardaron por años su madre, su tía y su abuela. Es ese instante exacto de sentir el pecho henchido por el debut de la nena como bailarina española y un sabor amargo en la boca por lo postergado. Es la hora mágica en que se desprenden de ellos, para mudarlos en cientos de soles en cada hilo dorado con que bordan; en cada lentejuela que cosen; en cada puntada que dan; sobre aquel mar verde nilo que desborda las manos de Yolanda su madre, mientras le da mayor impulso al pedal de la máquina.
Martina detiene su recorrido. Observa por un instante la escena. Dibuja un corazón y guarda allí todos los soles para que siempre la acompañen.

Marta García Névez
Julio de 2007
(Escribir esto fue como buscar en el baño dorado de aquellos soles un oasis para descomprimir la angustia volcada en Café París. Un recuerdo cariñoso hacia mi madre, mi tía y mi abuela por todo el amor que me dieron y hacia mi padre que aún sin proponérselo me transmitió las ganas de organizar y disfrutar las actividades culturales )
Imagen:
Marta García Névez - “Interior I” – pastel al óleo - 1991 -




sábado, 9 de mayo de 2009

Café París



Cargada de frío nocturno, pero encendida de recuerdos e impotencia, estoy aquí, como entonces, frente a esta sustancia amorfa y transparente que a pesar de su fragilidad impone el límite. Aquí. En el mismo lugar, experimentando un extraño pasaje de afuera-adentro y viceversa, espectadora-protagonista y viceversa.
Afuera… el silencio, la no existencia. Sólo mi cuerpo expectante frente al ventanal del viejo local. Me descubro con tu paso arrancado de mí como escamas desprendidas con rabia. En carne viva queda el espacio que ganaste. En mis huecos tus caricias como en juego de escondidas improvisado. Mis venas, aturdidas por el torrente púrpura que apabulla, que empuja hasta transmutarme también en sustancia amorfa, pero roja. Igual de transparente, dejando ver la tensión de puños cerrados, carceleros de furia contenida; repletos de palabras no dichas ni escuchadas, chorreando besos y caricias sin destino; desbordados por esperas inútilmente inventadas, exaltados por locuras nunca más compartidas. Manos cerradas con bronca arrasadas por engaños; mostrando cicatrices de abandono. Crispadas de odio contra mi misma por no saber decir ¡Basta!
Como plomo a punto de estallar por tanta carga, arremeten contra el gigante amorfo. Lo destruyen y con él el límite, para buscar adentro, donde el no-silencio existe, donde la vida puso en mí el sello de protagonista, para siempre.
Adentro, el murmullo y las risas corriendo y perdiéndose entre el humo de los cigarrillos. Bruma densa que asfixia, que embriaga, envolviendo en una sucesión de claro-oscuro una altiva Torre Eiffel en vista casi aérea de cielo diáfano y con ella, el Sena. Sobre esta imagen, como en foto velada, las siluetas de personas que se mueven despaciosamente entre las mesas del Café París. Llamas de velas pequeñas ejecutan su danza ritual que agrega un clima intimista a la escena. A duras penas iluminan el dibujo que realiza el artista de renombre y descubren prendidos de las paredes, los versos que dice un poeta maduro. El aplauso entusiasta de señoras solas se suma al sonido de fondo. Las paralelas trazadas por las miradas entre chicas y muchachos buscándose, tienden una trama que sostiene conversaciones animadas. Mas allá, en la escalera, como descendiendo del cielo, teatreros jóvenes muestran su histrionismo. En la barra, un grupo de adulones celebra los chistes sin gracia del político incipiente. La exquisita voz de una cantante inunda el lugar con los versos del tango “Los mareados”… “hoy vas a entrar en mi pasado…” mientras en aquel rincón, una pareja de amantes celebra un pacto, ensayando el beso eterno.
Me encuentro. Protagonista estremecida en ese beso. Mirada viajando a tu infinito y vuelta esencia de deseo compartido. Manos dejando su pesada carga para aprehender tu cuerpo. Dejo que esta sustancia roja en la que me he mudado se derrita en caricias y besos para fundirte, hasta fundirnos, hasta quemarnos, hasta desaparecer y con nosotros el pacto, las huellas de tu paso, los recuerdos, la furia, el no querer vivir por temor a sufrir de nuevo.
Rotos los límites; sin cargas; sin tensiones; nuevamente afuera, espectadora reinventada.

Marta García Névez
20 de junio de 2007
Imagen: Gustav Klimt “El Beso”

miércoles, 22 de abril de 2009

Descubriendo...

Descubriendo otra Paraná…

Esa sería la síntesis de mi salida de esa noche del veinte de marzo. Diría que anduve descubriendo otra Paraná. Fuimos con una amiga a comer una pizza a la zona de las calles Laurencena y Guemes haciendo tiempo antes de sumergirnos en el pub Kaiser para ver y escuchar a Skorpio, la banda de rock de mi amigo Lito. De regreso, 3:30 de la madrugada, pedimos al remisero que nos llevara a recorrer toda la zona del puerto. Empecé a observar los cambios que ha tenido la zona. Por empezar me falta el Taller de Arte La Farola con Ramón Ifran, Marcela Pujol, aquella Marta Garcìa que fui y los muchos sueños que teníamos. Me falta el conventillo que estaba detrás de La Farola con el señor de camisetilla, pantaloncito corto, medias con mocasines, su radio a todo volumen y su perro. Siempre estaba sentado en una silla de totora bajita en la puerta del conventillo... Ya no se escucha el taconear de Vicky el travesti paseando su escultural figura por la parte baja de Guemes ni el paso furtivo de amores fugados bajo las sábanas de aquel "hotel" bien de puerto. Extraño a Churi Chemin y su esquina mágica con artesanías trabajadas de una manera exquisita. Y el ir y venir de Gloria Montoya por su Taller del Río mientras mi memoria deja escapar de algún frasquito ese olor a acrílicos, ese amor que tenìa por el arte y que bien lo transmitía. Tampoco aparecen por aquel pasillo de Liniers Carlitos Asiaìn y sus delirios artísticos. Se me fugó la bohemia del puerto. Quizás tomada de la mano con el silencio y la casi penumbra decidieron suicidarse en el río. La luz de las farolas ya no sacan lustre a los adoquines. Estos se ven opacados por las luces de los comedores y boliches y por el brillo de las botellas de cerveza que ruedan por la calle agregando sonidos agudos al paisaje. El silencio fue reemplazado por un murmullo constante. En él se amalgaman, dependiendo del horario, voces de niños con sus familias, gritos y cantos de jòvenes, música de la más variada pero iguales en lo elevado del volumen, ruidos de motores: autos, motos... Como racimos se forman grupos de jòvenes, unos más numerosos, otros no tanto; unos con más poder adquisitivo, otro con menos. Las opciones están. Desde un comedor hasta un simple choripan que están asando unas señoras en lo que fue "La plaza de los poetas". Todo el puerto invadido por jòvenes. Todo el puerto impregnado de vida presente y quizás sueños por vivir.Dos épocas. Dos realidades diferentes. Los de antes, quisimos apropiarnos del lugar, intentamos agregarle colores, aromas, sonidos, palabras, para que el lugar hable por nosotros. Lo conseguimos a medias. Lo espiritual tiene sus limitaciones en una sociedad capitalista.Los de ahora: Están por un lado los que quisieron apropiarse del lugar, le anexaron valor agregado en infraestructura para obtener mejores réditos económicos. Lo lograron. Y por el otro, los jóvenes, quisieron apropiarse del espacio para compartirlo con sus pares y quizás por la impetuosidad que caracteriza a la juventud, lo lograron.
Sólo encontré algo de ese espíritu bohemio prendido en las paredes rústicas de aquel anteriormente sótano de La Farola y parte del "hotel" de puerto -ahora Kaiser-; en aquel puñado de músicos que unidos bajo el nombre Skorpio se resisten al avance de otras "músicas" y en parte del público entre los que me incluyo.

Marta García Nevez
22 de marzo de 2009
Imagen: Foto de Ewin Wisherd

martes, 24 de marzo de 2009

Extraña mariposa
Me atrapa tu mirada sin mirada. Me pregunto si existe alguien tras esa máscara
No será que mis ojos penetraron tan fuerte en los tuyos y por eso no los veo?
Será que los míos se escondieron allí para juzgarme desde afuera?
Devuélvemelos.
Quiero remontar el vuelo naranja de tus alas para rescatar la alegría.
Marta García Névez
24/03/2009
03:28

"el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo".
Proverbio chino